El pasado 20 de febrero un sonido rotundo anunciaba a los vecinos la pérdida de la preciada torre de la Iglesia románica de Bordecorex. Pese a que en varias ocasiones se había avisado al obispado del deterioro que estaba sufriendo y que incluso la Asociación Cultural Río Torete ofreció la mano de obra necesaria para emprender las obras necesarias, el desastre se cumplió.
Parece ser que el año pasado, y dentro de un programa más amplio de restauración subvencionado con fondos públicos, se hicieron los estudios previos para su consolidación. Aún no está muy claro si, dado que las ayudas no llegaron a tiempo, servirán ahora para poder levantar de nuevo la torre. Esperamos que por el interés cultural que conlleva se realicen antes de que el desastre sea mayor.
